martes, 10 de enero de 2012

La mente creativa: Azar, caos, aleatoriedad, necesidad e impredictibilidad.

Para comenzar a tratar este tema creo que es conveniente tener claras las definiciones de estos conceptos, o por lo menos una vaga idea de su significado antes de relacionarlo con la creatividad:

Impredictibilidad: cualidad mediante la cual no es posible anunciar por revelación, ciencia o conjetura algo que va a ocurrir.
Azar: proveniente de la casualidad o caso fortuito.
Caos:
1.    Estado amorfo e indefinido que se supone anterior a la ordenación del cosmos.
2.    Confusión, desorden.
Aleatorio:
1.    Dependiente de algún suceso fortuito.
2.    Perteneciente o relativo al juego de azar.

Una vez tenemos claros los conceptos de los que voy a tratar podemos comenzar. Todos los conceptos anteriores vienen a unirse en el mismo punto: Falta de orden. La mente creativa no tiene por qué tender siempre hacia un fin ya supuesto o llegar a un fin supuesto mediante un proceso ya determinado; es aquí, cuando podemos distinguir entre lo que se denomina pensamiento divergente (sin ningún tipo de reglas) y el convergente (Lógico, pautado, etc.).
Sin embargo, la creatividad no es única y exclusivamente pura impredictibilidad, pues ésta,  tiene algún tipo de coherencia; bien en el fin que se quiere conseguir aunque no se siga un patrón determinado, o bien en el método que se quiere seguir aunque no se sepa el fin al que te conducirá.  Es por eso por lo que no todo es azaroso, pues o por una parte el fin es concreto o el proceso a seguir está bien pautado y sin ningún tipo de azar o aleatoriedad.

Con el fin de trabajar aleatoriamente, azarosamente y por tanto, de manera impredecible surgieron los denominados métodos aleatorios; éstos están basados en estos conceptos anteriores con el fin de lograr un resultado creativo e inesperado. Por tanto, se podría afirmar que el fin creativo que obtenemos es el orden, y por tanto, obtenemos el orden, que es el fin; a partir de un caos, que viene dado por el azar, la aleatoriedad y la impredictibilidad.

Con estos métodos realizamos un ejercicio en clase consistente en que después de haber elegido unas palabras al azar (El profesor pregunto por algún tipo de palabra a algún alumno) debíamos realizar un poema, una historia o lo que el profesor nos fue diciendo que realizáramos. El azar, el caos y la aleatoriedad surgen  de las elecciones de las palabras, y el resultado surge de la utilización de dichas palabras y nuestro propio ejercicio creativo.

Así, aunque la mente creativa parta de un caos hacia un orden, o comience desde el orden para llegar a lo desconocido siempre surge esa necesidad de tener un equilibrio entre una parte lógica y otra azarosa.

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